Existen diferentes tipos de presentación de la psoriasis:
Psoriasis en placas: Esta es la forma más común de psoriasis. Afecta más a personas jóvenes y adultos en edad media, pero puede aparecer en cualquier edad. Se manifiesta con lesiones tipo placa que pueden verse como áreas de piel más engrosada color rosado o rojo con escamas plateadas y gruesas en la superficie. Son de tamaño variable y pueden ir de 1 a 10 cm. Usualmente se localizan en el cuero cabelludo, codos, rodillas y espalda. La severidad de la psoriasis es variable, puede afectar solo unas pequeñas áreas de piel o cubrir gran parte del cuerpo.
Psoriasis gutata: Este tipo de psoriasis se ha asociado a infecciones bacterianas previas causadas por la bacteria streptococo, usualmente faringitis. Afecta más a niños y adultos jóvenes sin historia previa de psoriasis, y se presenta como un brote de inicio súbito de pequeños puntos rojos con presencia de escama gruesa en la superficie localizados principalmente en tronco. Usualmente dura pocas semanas y luego desaparece. Sin embargo, puede durar de tres a cuatro meses en algunas personas.
Psoriasis pustular: La psoriasis pustular puede ser una forma severa de psoriasis que incluso puede amenazar la vida. Se desarrolla rápidamente con múltiples pústulas pequeñas, que son puntos llenos de líquido en su interior, que se pueden juntar y comprometer grandes áreas. Los síntomas pueden incluir fiebre y puede haber alteraciones sanguíneas en el recuento de leucocitos (células de la defensa). La psoriasis pustular puede también comprometer palmas y plantas con formación de ampollas llenas de pus. Estas ampollas pueden romperse causando mucho dolor e incapacidad.
Psoriasis inversa: Este tipo de psoriasis afecta zonas menos visibles del cuerpo humano como la ingle, las axilas, la región entre los glúteos, los genitales y la zona debajo de las mamas. Se caracteriza por presentar áreas de piel muy roja y brillante sin presentar escamas. Puede confundirse con infecciones causadas por hongos o bacterias.
Psoriasis eritrodérmica: Este tipo de psoriasis se caracteriza por un enrojecimiento y descamación generalizada de la piel que puede ser dolorosa. Los pacientes con psoriasis eritrodérmica pueden tener fiebre. Es un tipo raro de psoriasis pero puede amenazar la vida del paciente por lo que requiere manejo intrahospitalario ya que puede interferir con la capacidad del cuerpo de mantener la temperatura y puede causar excesiva pérdida de proteínas y líquidos llevando a una posible deshidratación.
De acuerdo al porcentaje de piel comprometida, el enrojecimiento y el engrosamiento de la piel la psoriasis puede clasificarse de acuerdo a la severidad en leve, moderada o severa.
También se han descritos otras formas de psoriasis que incluyen:
Psoriasis de las uñas: algunas personas con psoriasis desarrollan problemas en las uñas, incluyendo unos pequeños puntos que se pueden observar en la superficie de las uñas. También pueden tener cambios en la coloración de la uña, dándoles un color café-amarillo que se conoce como mancha de aceite o también puede haber separación de la uña del lecho ungueal. En casos más severos se pueden ver uñas engrosadas. Todos estos síntomas se pueden confundir con infección por hongos en las uñas o incluso coexistir ambas enfermedades.
Artritis psoriatica: un tercio de las personas con psoriasis puede también tener artritis psoriatica. Una condición que causa dolor e hinchazón en las articulaciones. Usualmente se desarrollan primero las lesiones en piel, sin embargo en el 15% de los pacientes se desarrolla primero la artritis antes de los síntomas de psoriasis. Los pacientes con artritis psoriatica usualmente tienen problemas en las uñas.
Victoria Dávila Residente Dermatología Universidad Militar Nueva Granada
